La
profesora nos dio unos dados en los que aparecían distintas imágenes en cada
una de las caras, por lo tanto, cuando los tirabas aparecían diferentes
elementos con los que debíamos construir una historia. Los míos fueron: un
cáliz, engranajes, una serpiente, una carpa (de circo), una nota musical, una
bacteria, una bolsa de tela, un escudo y un caldero.
Con estos elementos conseguí escribir este cuento:
Érase
una vez María, una niña que vivía con sus padres en un lugar un tanto peculiar,
un circo, con una mascota no muy común para una niña de su edad, una serpiente.
Una tarde, durante la función de
sus padres circenses en un pueblo muy lejos de aquí; decidió salir a investigar
el lugar… Siempre acompañada de su serpiente, la niña anduvo toda la tarde
hasta llegar a un valle. Se llevó una gran sorpresa al tropezarse con una bolsa
gigante; invadida por la curiosidad decidió investigar qué había dentro y
encontró unos engranajes extraños, un cáliz que parecía muy antiguo y un
escudo. Terminó de hurgar en la bolsa y emprendió un largo camino para
encontrarle dueño… A mitad de camino escuchó una extraña música que venía de
una casa cercana. Se apresuró para mirar por la ventana y vio a una bruja
limpiando un caldero que debía tener un montón de bacterias, estaba muy muy
sucio…
La bruja la miró y para su sorpresa
aquella bruja no tenía pinta de ser malvada, era una bruja buena… Una bruja
buena, pero triste, porque acababa de perder su bolsa de objetos favoritos.
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