Esta práctica consistía en crear un cuento con las dos palabras (un animal y un objeto) que te diesen dos compañeras, a mi me dieron "pelota" y "perro", y este es el cuento que inventé:
Érase una vez... Bueno, no, mejor no... Éranse
muchas veces… Y digo esto porque esta es una historia un poco
disparatada.
Esto no pasa en un lugar muy muy
lejano, sino en un lugar muy muy cercano, concretamente en un pueblo llamado “Aquí”.
Los habitantes que Aquí vivían bajo
un hechizo (pero en eso no nos vamos a entretener ahora). El caso es que estos habitantes
eran un poco peculiares… No eran familias tal y como las conocemos, sino que
entre ellos podíamos conocer a los electrodomésticos, una familia apasionada
por la comida, la cocina y las tareas domésticas… También se encontraban en el
vecindario la familia Juguete; y aquí es donde empieza nuestra historia…
La familia Juguete era una familia
feliz a la que le encantaba divertirse, ir de excursión y pasar el tiempo
juntos, pero no todo era felicidad… Pelota, el hijo, llevaba un tiempo muy
triste, no jugaba, no reía, a veces incluso ni hablaba…
Mamá Parchís y papá Scalectric
estaban muy preocupados, no sabían por qué su hijo Pelota no era feliz, no
estaba contento… Buscaron soluciones por todo el barrio, por todo el pueblo…
¡Por todo el país!... Hasta que dieron con la culpable de dicha tristeza ¡Era
la bruja Bola de Cristal! ¡Ella era la que los había hechizado!
Pelota
no era en realidad el hijo de la familia de los juguetes… Había otra familia.
La familia deportes estaba buscando a su perro…
¡Pelota
se puso contentísimo cuando vio a su verdadera familia!
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